INTRODUCCIÓN
(Las lecciones que se dan en este curso no reemplazan las que se dan en las Sedes de Brahma Kumaris alrededor del mundo en forma presencial y con un profesor. Para más información visita www.brhamakumaris.org/cursos-que-ofrecemos).
En esta lección veremos El Ciclo del mundo. Veremos cómo se repite la historia del alma y cuándo se repite. Estudiaremos las etapas que atraviesa el alma en este ciclo. Cuándo el alma desciende y cuándo asciende. Cómo el conocimiento divino nos puede ayudar a culminar un nuevo ciclo en paz. La forma de dar a otros, algo de valor espiritual, es ser pacífico y no violento. Este ciclo es el viaje del alma, y comienza en el hogar, para luego retornar al punto de origen (por eso es un ciclo). Todos, sin excepción pasan por su Edad de Oro, su Edad de Plata, Edad de Cobre y Edad de Hierro. A continuación explicamos el viaje tipo que hacen las almas que toman más nacimientos, pero todos tenemos un lugar en el árbol de la humanidad.

El principio. Sat-Yuga, Edad de Oro (1.250 años) y Treta-Yuga, Edad de Plata (1.250 años)
Es cuando recién comienza. En este tiempo estamos en el Hogar de Paz. En la Morada Suprema. Con nuestro Padre, descansando. Como ya lo vimos en lecciones anteriores. Entonces el alma siente un deseo irresistible de venir al mundo físico. Para experimentar paz y felicidad (aunque la primera se experimenta ya en la Morada Suprema, la segunda necesita de un cuerpo). Es como si el alma siente el llamado de la naturaleza y viene al mundo. Para que esto sea posible un padre y una madre físicos lo engendran, pero en el paraíso no es necesario el acto sexual para hacerlo. Es a través del poder del yoga de ambos progenitores y el alma es invitada a una matriz (el vientre de la madre). Se dice que la matriz en un principio es como un palacio debido a que el nuevo ser no experimenta sufrimiento alguno mientras el feto va desarrollándose.
En un principio el mundo es completamente puro. No existe la violencia de ningún tipo, ni física ni verbal, etc. Baba nos dice para ilustrarnos que el león y el cordero bebían juntos del mismo lago. No existen adicciones de ningún tipo porque el alma está completa desde todo punto de vista, física y espiritualmente. El alma está en pleno control de sí y es el amo de la naturaleza. No depende de nadie. Coexiste pacíficamente con todos, con quienes comparte la alegría de vivir de este modo. Hay abundancia de todo para todos. No es necesario sacrificarse ni padecer para vivir y conseguir lo necesario para la subsistencia del cuerpo.
Los habitantes de este mundo son conocidos como las Deidades en la Edad de Oro por 1.250 años y los Guerreros en la Edad de Plata por otros 1.250 años. El total de duración de los dos períodos es de 2.500 años. Los gobernantes administran sus reinos con pureza y con sabiduría. No existe la avaricia ni ningún vicio. No hay ego. No es necesario pelear contra Ravan (los 5 vicios) porque no hay dualidad. Hay muy pocos habitantes. Los palacios son de oro, plata, diamantes y joyas. Estos metales y piedras son los más abundantes en este período. Las construcciones son rápidas y limpias. Si bien es cierto que hay súbditos y Reyes, ambos experimentan la misma calidad de felicidad y ninguno tiene la carencia de algo. Los cuerpos son extremadamente puros y tienen una duración de 150 años al principio y luego al final de la Edad de Plata de algunos años menos. Cuando el alma deja un cuerpo concientemente se dirige a la matriz de otro vientre para recibir un nuevo cuerpo. Pero en todo el proceso el alma no experimenta ningún sufrimiento ni dolor de ningún tipo porque no tiene apego. Sabe que es el conductor del vehículo del cuerpo y que cuando vaya a otro, continuará experimentando paz y felicidad.
El medio. Dwapur-Yuga, La Edad de Cobre (por 1.250 años) y Kali-Yuga, La Edad de Hierro (por 1.250 años).
Con el paso del tiempo y debido a la Ley de Entropia, que postula que la energía no se pierde sino que se transforma (deja de estar disponible a ese nivel), las almas y los cuerpos empiezan a perder su pureza. Entonces entra por primera vez la impureza en el mundo. El alma comienza a tener una visión negativa de los demás y del mundo en que vive. Pero esto es paulatino. Al principio solo cae en la ilusión de que es el vehículo físico que ocupa (cuerpo). Se olvida de que es un alma. Entonces se apega a ese vehículo. También se olvida de que los demás vehículos físicos no son el verdadero ser. Entonces busca la satisfacción de sus necesidades en tres cosas: su propio cuerpo, el de otros y el de la naturaleza.
Es así como entra la dualidad en el mundo. Existe el bien, pero ya no es ilimitado, sino que es complementado con el mal, perpetrado por el olvido de la naturaleza espiritual y pura. Por ende la felicidad extrasensorial deja de ser omnipresente a medida que el alma va tomando soportes de la materia. Esto genera una gran inseguridad en el alma que se vuelca a la devoción y a la búsqueda de Dios. Al principio la devoción de Dios es inadulterada, es decir pura. A pesar de eso, los habitantes de estos tiempos no conocerán a BABA El Padre del alma hasta como mínimo 63 nacimientos después.
A este tiempo se lo conoce como el estado de descenso. La virtud deja de estar disponible y se hunde en lo profundo del alma. El amor es reemplazado por la lujuria y el apego. Continúa el camino de la familia pero el palacio del vientre deja de ser un palacio y se vuelve una prisión. El alma en el feto experimenta la película de los errores que cometió en la vida anterior, ya sea hacia sí mismo o a los demás. La materia se hace más densa (por la Ley de Entropía) y el alma entra en un círculo vicioso del cual no puede salir tan fácilmente. Se necesita la ayuda de Dios, pero primero el alma debe continuar su viaje y vivir ya que al principio hay un poco de paz y felicidad todavía. En diferentes cuerpos, con diferentes nombres y hasta con diferente sexo.
El espíritu inquieto del alma, lo lleva a buscar la solución a sus problemas a través de la ciencia y los inventos prácticos que nos han revolucionado la vida (imaginemos lo que sería vivir sin luz o sin agua corriente, y no hace mucho); pero con el avance de la ciencia se acentúa también la violencia entre las almas hermanas. Se plantan banderas y se producen divisiones ficticias, entre terrenos. Esto se hace necesario por el crecimiento exponencial que tiene la población humana. Producto entre otras cosas de la lujuria entre hombres y mujeres. Quiénes traen más almas de la Morada Suprema, las cuales ya no nacen a través de la pureza.
Pero todo esto está bien, es así como tiene que suceder, Por más que se buscan soluciones, científicas, filosóficas o religiosas (veremos el Árbol de las Religiones en la próxima lección), el descenso de la humanidad continúa. El descenso de almas desde el Hogar de las almas y también el descenso de los valores morales de los que ya están reencarnando aquí en la tierra. Este período corresponde a la segunda mitad del ciclo y dura 2.500 años. Ni más ni menos, y como todo el ciclo se repite idénticamente. En este caso cada 5.000 años. Es el camino de la devoción, la noche de Brahma. La Edad de Cobre y La Edad de Hierro.
El fin y un nuevo comienzo. La Edad de la Confluencia. La Edad de Diamante.
Hay un grupo de almas que son las que reconocen primero a Baba (Dios) cuando viene. Es la gente de Barath, La Tierra Eterna (La India). Estas almas son guiadas directamente por Dios, para que puedan salir del atolladero en que se encuentra nuestro mundo. Estas almas son las que más devoción han hecho. Gracias al esfuerzo de esas almas estamos hoy aquí la mayoría de nosotros.
Dentro de este grupo de almas está Dada Lekhraj, un prospero comerciante de joyas que luego vende todo para poner sus recursos al servicio de la tarea divina de Baba. Dada Lekhraj, como cada 5.000 años recibe una serie de visiones acerca del conocimiento espiritual y el fín del mundo. Luego reconoce al Padre y se convirte en Brahma Baba. El Padre de la humanidad. A través de este instrumento Baba dio el conocimiento a sus hijos. Este curso introductorio esboza los principales puntos de este conocimiento. Como decíamos, en un principio la tarea se concentró en La India. Luego cuando sus primeros hijos sentaron las bases de la institución, comenzaron a esparcir el mensaje de Om Shanti (soy un alma y soy paz) y todas las cosas que Dios les explicaba como el Profesor Supremo. Al principio tuvieron oposición, sobre todo las mujeres. Ya que en la India el papel de la mujer en esa época (1937-1969), era de una sumisión total. Pero luego de un tiempo y cuando vieron la transformación positiva de la meditación Raja Yoga, entonces aflojaron y comprendieron que ahí, en Om Mandali, había algo distinto.
Ahora el papel que nos da Baba, a quienes lo hemos reconocido entre otras cosas como el Purificador, es volvernos un ayudante de Él en la tarea de elevación del mundo. En este tiempo, Dios nos está llevando de vuelta al Hogar como un enjambre de mosquitos. Este tiempo se lo llama la Edad de la Confluencia (entre un viejo y nuevo mundo). Ya pronto tendremos que dejar nuestros cuerpos y volver a la Morada Suprema, junto al Padre, y descansar como puntos de luz, en paz. Luego, cuando comience un nuevo ciclo volveremos al mundo físico tal cual como el ciclo previo. Este período es el período de ascenso. Nos liberamos de la conciencia del cuerpo mediante el recuerdo y el estudio espiritual que comienza como lo dijimos por un Curso Introductorio de Raja Yoga (como este) que se dicta en forma presencial en cualquiera de las Sedes de Brahma Kumaris alrededor de todo el mundo. Nos liberamos de las ataduras que hemos creado en el ciclo mediante la conciencia errónea de que somos el cuerpo. Solo en este tiempo (al final de un ciclo) tenemos la oportunidad de volvernos completos espiritualmente. El estado que obtengamos ahora quedará fijo ciclo tras ciclo. De cualquier manera el Padre nos llevará al hogar con Él.
Meditación de la Lección 5: El Recorrido por el Ciclo del Tiempo